Transcripción
La FCA británica acaba de ultimar sus Requisitos de Divulgación Sostenible (SDR, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es ayudar a los inversores finales a navegar por el panorama de los productos de inversión y, en última instancia, reducir el lavado verde y aumentar la confianza de los consumidores.
La propuesta incluye una norma general contra el lavado verde para todas las empresas autorizadas por la FCA, y normas específicas para el etiquetado, la comercialización y la denominación de los fondos sostenibles.
A diferencia de la UE, SFDR introduce cuatro nuevas etiquetas, todas ellas con un objetivo de sostenibilidad.
- La primera etiqueta -SustainabilityFocus-puede ser utilizada por fondos que puedan demostrar un nivel absoluto de sostenibilidad.
- El segundo-Impacto enlasostenibilidad-puede ser utilizado por fondos capaces de demostrar un impacto mensurable en resultados sociales o medioambientales.
- La tercera -SustainabilityImprovers-se refiere a aquellos fondos que invierten en activos en transición y los fondos que utilicen esta etiqueta deben invertir en activos que tengan potencial para mejorar la sostenibilidad medioambiental o social con el paso del tiempo.
- Por último, una cuarta etiqueta -SustainabilityMix Goals-permitirá a los gestores de fondos utilizar alguna combinación de las otras tres etiquetas.
Las cuatro etiquetas exigirán que al menos el 70% de los activos del fondo estén alineados con la etiqueta. Dichos activos deben seleccionarse en función de norma sólida, basada en pruebas que sea una medida absoluta de la sostenibilidad medioambiental o social. Los demás activos no deben entrar en conflicto con el objetivo de sostenibilidad.
Para utilizar estas etiquetas, los inversores tendrán que prepararse para garantizar que su metodología y sus indicadores clave de rendimiento son sólidos, es decir, que resisten el escrutinio, y están basados en pruebas, es decir, que se derivan de un conjunto objetivo y pertinente de datos u otras pruebas. Esto se documentará en los requisitos de información correspondientes, incluidas las comunicaciones específicas dirigidas al consumidor.
La norma antiblanqueo verde entrará en vigoren mayo de 2024, y las empresas podrán empezar a utilizar las etiquetas a partir de julio.