Lavado verde: un rápido vistazo a algunas normativas clave
¿Funciona la normativa para combatir el lavado verde de las empresas?
Aunque no existe una definición consensuada de "lavado verde", en general se refiere a la práctica de hacer afirmaciones medioambientales falsas o engañosas para comercializar productos o servicios a consumidores cada vez más concienciados con el medio ambiente.
Con el creciente interés por la sostenibilidad, cada vez es más importante regular el lavado verde para garantizar que las empresas no se aprovechan de los consumidores haciendo afirmaciones falsas o engañosas. De hecho, las Autoridades Europeas de Supervisión (AES) cerraron recientemente una convocatoria de pruebas sobre el lavado verde con el objetivo de comprender mejor el concepto y examinar algunos ejemplos.
Para combatir el "lavado verde", se han introducido varias normativas para establecer un concepto común de "sostenibilidad", garantizar que las afirmaciones relacionadas con la sostenibilidad tengan la mayor base científica posible y, en última instancia, asegurar que el capital se asigne a las inversiones "sostenibles" que demandan los inversores finales. Los regímenes de divulgación de fondos, como SFDR , son un tipo de normativa que intenta reducir el "lavado verde" exigiendo a los fondos que quieran promocionarse como sostenibles la divulgación de información normalizada.
Las taxonomías son otra herramienta de este tipo, cuyo objetivo es garantizar que todos los participantes en los mercados financieros y los inversores tengan una comprensión común de la sostenibilidad y los términos relacionados. Las normas de información empresarial, como la Directiva de la UE sobre informes de sostenibilidad empresarial (CSRD, por sus siglas en inglés), pretenden garantizar que se informe de forma coherente sobre un conjunto acordado de parámetros. Sin embargo, hemos observado que el objetivo previsto de estas normas y su impacto real no siempre coinciden plenamente.
El impacto de la regulación también depende de cómo interactúen las normas, y la combinación de diferentes normativas puede ayudar a evitar el lavado verde. Un buen ejemplo son los recientes cambios en el marco de la MiFID II, para garantizar que los distribuidores de fondos pregunten a los inversores finales sobre sus preferencias en materia de sostenibilidad como parte de su evaluación de idoneidad. El marco aúna diferentes conceptos normativos - SFDR Principal Adverse Impacts, definición del artículo 2(17) de Inversión Sostenible y Taxonomía de la UE - y facilita una conversación basada en hechos sobre sostenibilidad. Como concepto, esta combinación es probablemente muy poderosa, pero en la práctica, no está claro si ha sido eficaz o no y si los inversores finales entienden estos conceptos.
Algunas medidas reguladoras clave para combatir el lavado verde, centradas en los fondos
El creciente interés por la sostenibilidad ha llevado a la necesidad de una normativa para combatir el "lavado verde", con el fin de garantizar que los consumidores no se vean inducidos a error por afirmaciones medioambientales falsas o engañosas. La combinación de taxonomías, normas de información empresarial y reglamentos específicos para la divulgación y comercialización de productos financieros puede ayudar a combatir el lavado verde y promover un futuro más sostenible.
Hemos observado que muchos países están intentando resolver este problema y es demasiado pronto para decir si funcionará o no. En algunos casos, estas normas pueden crear más complejidad, y observamos relativamente poca armonización en las normas dentro de las jurisdicciones y entre ellas.
En Clarity AIcolaboramos estrechamente con las autoridades reguladoras en la elaboración de norma tivas y en la presentación de comentarios a las mismas cuando se hacen públicas, pero antes de que entren en vigor. Creemos que la escala y el alcance de cualquier normativa, por no hablar de los cientos de normativas mundiales en vigor o que pronto lo estarán, solo pueden abordarse y resolverse mediante tecnología avanzada.
